Causas por las que puede fallar la vacuna contra el moquillo canino
Comprender por qué puede presentarse un fallo vacunal es clave para evitar que el tutor asuma que su perro está protegido cuando, en realidad, no desarrolló inmunidad efectiva. Esta falsa seguridad puede generar exposiciones innecesarias y abrir la puerta a una infección evitable.
Vacunar no significa inmunizar automáticamente. Aunque la vacuna contra el moquillo es una de las más efectivas dentro del calendario veterinario, existen ciertos escenarios en los que puede fallar. Y cuando lo hace, las consecuencias pueden ser graves, especialmente si no se identifica el problema a tiempo.
Información importante

¿Qué es un fallo vacunal y cómo se produce?
Se habla de fallo vacunal cuando un perro desarrolla moquillo pese a haber sido vacunado. Esto puede deberse a que no se generó una respuesta inmune adecuada o a que el virus logró evadir esa protección por alguna causa específica.
Aunque estos casos son poco frecuentes en perros con esquemas completos y correctamente aplicados, sí pueden ocurrir cuando hay errores en la administración, interferencia por anticuerpos maternos, uso de vacunas en mal estado o condiciones de salud que afectan al sistema inmunológico.
Principales causas de fallos vacunales
Una de las causas más comunes es la interferencia por anticuerpos maternos, especialmente en cachorros que recibieron la primera vacuna demasiado temprano o que no completaron su esquema. En estos casos, la vacuna es neutralizada antes de que pueda activar al sistema inmune del cachorro.
Otra causa frecuente es el uso de vacunas mal conservadas o mal reconstituidas. Las vacunas vivas atenuadas, como la del moquillo, requieren mantenerse en frío y aplicarse poco tiempo después de su preparación. Si esto no se respeta, el virus atenuado pierde eficacia.

También puede haber errores en la aplicación del calendario, como intervalos incorrectos entre dosis, omisión del refuerzo final o abandono del esquema después de una sola dosis. Incluso si la primera vacuna fue efectiva, sin los refuerzos apropiados la inmunidad disminuye con el tiempo.
En algunos perros, el sistema inmune no responde de forma adecuada, ya sea por causas genéticas, enfermedades preexistentes o tratamientos inmunosupresores. En estos casos, incluso una vacuna bien aplicada puede no generar la protección esperada.
¿Puede fallar la vacuna en perros adultos?
Sí, especialmente si no han recibido refuerzos durante varios años. Aunque muchas vacunas tienen duración prolongada, la inmunidad puede debilitarse, y más aún si el perro ha estado expuesto a situaciones de estrés, enfermedades o cambios hormonales.
También existe la posibilidad de que el perro haya sido vacunado mientras incubaba el virus. Si ya estaba infectado al momento de recibir la vacuna, esta no tendrá efecto preventivo. En esos casos, los síntomas pueden aparecer días después, lo que lleva a pensar que la vacuna “no funcionó”, cuando en realidad fue administrada demasiado tarde.
¿La aparición de nuevas cepas puede afectar la eficacia de la vacuna?
El virus del moquillo presenta variaciones genéticas, pero hasta el momento, las vacunas comerciales cubren eficazmente las cepas más prevalentes. Sin embargo, en regiones con poca cobertura vacunal y alta circulación viral, puede darse una presión evolutiva que facilite la aparición de variantes menos sensibles a la vacuna.
¿Tu perro recibió la vacuna pero no sabes si está protegido?
Aprende sobre cómo funcionan los anticuerpos maternos o consulta la frecuencia de refuerzos para mantener la inmunidad activa. También puedes buscar asesoría en el directorio de veterinarias.
Esto no significa que las vacunas actuales no sirvan, sino que es fundamental mantener la inmunidad colectiva para evitar que el virus mute y se fortalezca. Cuanto más alto sea el nivel de vacunación en una comunidad, menor será la posibilidad de que surjan cepas resistentes.
Cómo prevenir los fallos vacunales
La mejor forma de evitar un fallo vacunal es seguir el esquema completo y respetar cada una de sus etapas. Para ello, es necesario:
- Iniciar el esquema a la edad adecuada (no antes de las 6 semanas salvo indicación especial).
- Aplicar todas las dosis hasta las 16 semanas, incluyendo la última, que es la más importante.
- Respetar los intervalos entre vacunas (cada 3-4 semanas durante el esquema primario).
- Administrar refuerzos anuales o trienales, según el riesgo y la vacuna utilizada.
- Acudir a clínicas con manejo correcto del biológico, personal calificado y protocolos clínicos claros.
Además, en perros de riesgo o con dudas clínicas, puede solicitarse una prueba de títulos de anticuerpos para confirmar si la inmunización fue exitosa.
Para encontrar atención veterinaria rápida y confiable, puedes visitar nuestro directorio de veterinarias, donde reunimos profesionales en diferentes regiones con experiencia en enfermedades infecciosas como el moquillo.

¿Tu perro recibió la vacuna pero no sabes si está protegido?
¿Si un perro se enferma después de vacunarse, la vacuna falló?
No siempre. Es posible que ya estuviera incubando el virus antes de la aplicación o que no haya desarrollado respuesta inmune suficiente.
¿Se puede revacunar si hubo un fallo vacunal?
Sí, pero debe hacerse bajo control veterinario. A veces se ajusta el esquema o se combina con pruebas de títulos para evaluar inmunidad.
¿Las vacunas de baja calidad pueden fallar?
Sí. Las vacunas genéricas sin controles de calidad o mal almacenadas tienen mayor probabilidad de ser ineficaces. Siempre es mejor optar por biológicos de marcas reconocidas y aplicarlos en centros confiables.
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